Tengo estos huesos hechos a las penas y a las cavilaciones estas sienes: pena que vas, cavilación que vienes como el mar de la playa a las arenas. (Miguel Hernández)
Ya sueño con mi partida
en un viaje sin retorno,
me iré sin causar trastorno
pues será como una huida.
Me olvidaré de la vida
con todo su sufrimiento,
su vacío padecimiento,
sus penurias, sus congojas,
sus eternas paradojas...
Me iré sin remordimiento.
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