MELANCOLÍA (DÉCIMAS)


Sumergida en total melancolía
mira el reloj, la vida pasa lenta,
salir de ese letargo es lo que intenta,
mas en su corazón no hay alegría.
Por enésima vez muere otro día.
Recuerda cuando andaba de su brazo…
El libro se desmaya en su regazo,
y una flor palidece en el jarrón;
la lectura no atrae su atención,
el calor necesita de un abrazo.



HUYENDO HACIA EL PASADO



Hundida y sin delirios de esperanza,

errante va mi mente taciturna

tan lúgubre, tan gris y tan nocturna

que perdió todo atisbo de confianza.


La vida se me pasa en añoranza

con regusto salobre y algo amargo;

intentando evadirme del letargo,

rememoro las horas de bonanza.


Vivo hacia atrás, mi meta es el pasado,

locura de bogar contra corriente,

quiero real aquello que es soñado.


Pero una voz me grita: ¡Sé prudente,

no existe lo que el tiempo se ha llevado...

Vuelve al ahora, vuelve a tu presente!








EL POZO (OCTAVA REAL)




En el oscuro fondo de agua quieta

reflejaba mi faz el negro espejo;

la tristeza de un rostro que se agrieta

contemplé en la quietud de ese reflejo,

una vida baldía que vegeta

y una arruga que frunce el entrecejo.

Para borrar mi cara, antes de irme, 

un guijarro lancé con mano firme.