MUERTE IMPÍA

 

Muerte impía, traidora me arrebatas

con un torvo desdén cuanto yo amo;

¿Por qué me hieres pero no me matas?

 

A la vida justicia le reclamo,

pero es sorda a mi ruego, y, sin remedio,

impotente me siento, y me derramo

 

en lágrimas. Por causa de tu asedio,

la fe en el porvenir ya la he perdido.

Solo hay oscuridad, marasmo y tedio.

 

De nuevo ganas, muerte, me has vencido

tornándome la vida baladí.

Me hubiera ido con él de haber podido;

solo queda que vengas a por mí.

1 comentario:

  1. Me cuesta aceptar la belleza que hay en tus versos tan lúgubres. Soberbios! No quiere mi mente imaginar siquiera , me quedo con lo bueno, con lo magnífico de tu poema. Y encima te endilgo un Feliz día de la poesía!! Y me voy encantada de leerte Maestra bonita.

    ResponderEliminar