AFLICCIÓN


Tengo una duda, una pena
una añoranza, un suspiro
ora pienso, ora deliro,
la vida se me hace ajena.

Estoy triste, estoy cansada,
rumiando mis sinsentidos
oigo lentos mis latidos:
me he sentado en la parada.

Ni llega el tren ni se marcha,
ese que no tiene rumbo,
ante mi angustia sucumbo,
sobre mi alma, la escarcha.

Pasan las horas silentes
y en tal estado me encuentro
que siento el vacío dentro
y mis cuitas son patentes.

Me visitó la aflicción
sin haberla conjurado
y de este modo ha quedado
sombrío mi corazón.



 

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