Hoy me
siento entristecida
porque me
invade la pena
en una
penosa escena
lo he
visto yerto, sin vida.
Era un
perrito pequeño
todo alegría
y contento
yo lo quería
y lamento
el
descuido de su dueño.
Ha
sucumbido, inocente
bajo su
instinto animal
y ha encontrado
su final
por ser
osado y valiente.
Lloro por
lo que ha pasado
y la rabia
me domina
la siento
como una espina
¡podrían
haberlo evitado!
¡Sólo era
un perro, me digo
y ni
siquiera era mío!
pero me
deja un vacío
porque he
perdido un amigo.
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