Cae la tarde. Yo camino
por
parajes tan hermosos,
tranquilos
y silenciosos,
que una
pintura imagino.
Con esa luz que hipnotiza,
y que el
paisaje modela,
como una
bella acuarela
donde el
color se matiza.
Un halo
resplandeciente
mi
ensoñación le confiere
Se oculta
el sol, lentamente;
poco a
poco el día muere.
Mi mente
va divagando,
meditando
en la belleza,
contemplando
tal riqueza
las horas
se van pasando.
Ya es la
noche y vuelvo a casa
por los
estrechos senderos;
asoman ya
los luceros
de nuevo,
otro día que pasa...