Siento en mí
una pena honda
un temblor a
flor de piel,
una
angustia, una zozobra,
nada atrae
mi interés.
Nada me es
grato, no hay calma,
me ahoga el
terror nocturno,
se fue a
pique mi alegría
grita el
desaliento mudo.
El alma bate
sin alas,
el corazón
enmudece,
veo muy
lejos la esperanza,
temo que
esta noche hiele…
Desfallezco,
me desmayo
en la apatía
me sumo.
Busco, pero
no lo encuentro,
aquel
sentimiento puro.
Hoy no tengo
tu ternura
y de congoja
me visto,
me atenaza
la tristeza
porque ya no
estás conmigo.
Creo que es el primer poema de amor y triste que te leo.La ausencia de la persona amada ha engendrado millones de poemas como este.
ResponderEliminarTe dejo un abrazo.
Cuando me da por disfrazarme de tristeza me salen cosas así. Igual son reminiscencias del pasado...
ResponderEliminar¡Qué poco original soy, uno más entre milones, agggg! ;)
Un abrazo, estimado.