A UN CHUCHO...

Recuerdo perfectamente
el primer día que te vi,
estabas tan solo y triste
que me enamoré de ti.

Sin conocerte de nada
te adopté en mi corazón,
así que te bauticé
con el nombre de Tristón.

Pobre perro abandonado,
tus dueños te llaman chucho
si no te han puesto ni nombre
no deben quererte mucho.

Casi no vienen a verte,
pocas caricias te han dado
me gustaría recogerte
y prodigarte cuidados.

Demuestras tanta alegría
cuando a la carrera vienes
que me hablan tus tristes ojos
dándome mil parabienes.

Y cuando nos despedimos
se te ve apesadumbrado,
quieto, viéndome partir,
tras la alambrera encerrado.

Tan leal y afectuoso
debes de ser fiel amigo;
haría un boquete en tu verja
para llevarte conmigo. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario