La superficie límpida del agua
ante mí aparecía majestuosa
la fragancia del mar, tan olorosa
con su puntilla blanca, linda enagua.
Era un cristal azul, hermoso y bello
tan quieto que un espejo parecía,
con tal magnificencia se veía
que del cielo divino era un destello.
Atónita, moverme no podía,
deseaba danzar como posesa
para mostrar contento y alegría,
mas me dejó turbada la sorpresa
y mi piel con la arena se fundía
mientras mi voluntad quedaba presa.
Eso se llama quedarse extasiada ante la belleza,en este caso de un mar sereno,imponente.
ResponderEliminarMagnífico soneto Eratalia.Se ve que no es el primero que escribes...
Mi más sincera enhorabuena.
Abrazos.
Tampoco llevo muchos escritos, es cierto, pero les estoy cogiendo el gustillo. Gracias por la visita.
Eliminarhermoso soneto amiga un gusto leerte como siempre!
ResponderEliminarMuchas gracias por el elogioso comentario.
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