mira el reloj, la vida pasa lenta,
salir de ese letargo es lo que intenta,
mas en su corazón no hay alegría.
Por enésima vez muere otro día.
Recuerda cuando andaba de su brazo…
El libro se desmaya en su regazo,
y una flor palidece en el jarrón;
la lectura no atrae su atención,
el calor necesita de un abrazo.