Pasa, distraída, la tarde,
risueñas las horas vuelan,
veo menguar la luz del día
gozo experiencias serenas.
Me siento en paz, tan tranquila
que el alma se regodea,
todo me parece grato,
no hay dolor, temor ni quejas.
Mientras te escucho, sonrío,
disfruto cuando me besas,
nos miramos en silencio
y pienso: ¡Bendito seas!
La vida me dio de todo
mezcló alegrías y penas,
pero si tú estás conmigo,
risueñas, las horas vuelan.