Siento en mí
una pena honda
un temblor a
flor de piel,
una
angustia, una zozobra,
nada atrae
mi interés.
Nada me es
grato, no hay calma,
me ahoga el
terror nocturno,
se fue a
pique mi alegría
grita el
desaliento mudo.
El alma bate
sin alas,
el corazón
enmudece,
veo muy
lejos la esperanza,
temo que
esta noche hiele…
Desfallezco,
me desmayo
en la apatía
me sumo.
Busco, pero
no lo encuentro,
aquel
sentimiento puro.
Hoy no tengo
tu ternura
y de congoja
me visto,
me atenaza
la tristeza
porque ya no
estás conmigo.