Me desplazo
con paso sigiloso,
erizada la
piel ante el hechizo,
por salas y
salones me deslizo,
en el aire
hay un halo misterioso.
El silencio
es espeso y doloroso,
lo percibo
sutil y quebradizo
Recelo de ese
oscuro pasadizo,
mas me adentro
con ímpetu fogoso.
La atracción
del sombrío dormitorio
me imanta
como canto de sirena
avivando mi
ánimo ilusorio.
Presiento
desdichada sombra en pena
vagando en
el lugar, cual purgatorio,
arrastrando
perpetua su condena.
Hola amiga, me ha gustado mucho tu soneto, traspasa las letras la pena de esa alma.
ResponderEliminarFelicidades por tu buen hacer.
Besitos.
Vaya, que me puse tenebrosa...
ResponderEliminarcelebro que te haya gustado.
Un besito.