Vuelvo otra vez a utilizar mi
pluma
para decir que, si hablo de
dolores
nadie piense que estoy por
suicidarme
ni quiero deprimir a mis
lectores.
Lo que ocurre es que, a
veces, filosofo,
y expreso mi inquietud y
descontento;
sólo los necios son siempre
felices
y de no serlo yo, no me
lamento.
Sentí la angustia, tal vez
pasajera,
y al momento escribí mi
desahogo,
plasmando las cuestiones
acuciantes
sobre las que a menudo me
interrogo.
El estado de ánimo es
mutable:
ayer, feliz; hoy lloro sin
consuelo,
mañana sonreiré con alegría
y pasado, quizás, volverá el
duelo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario