Hay veces
que me descubro,
cuando me
miro al espejo
escudriñando
a esa otra
que me
muestra en su reflejo
Busco en su
rostro a la niña
que hace
años me miraba,
con sus ojos
expectantes…
De ella ya
no queda nada.
¿Dónde está
su tersa piel?
¿Dónde sus
lindas mejillas?
¿Qué se hizo
de su entusiasmo,
su país de
las maravillas?
Fue en su
busca y no lo halló;
todo pasó
tan deprisa
que los años
la envolvieron
y acabaron
con su risa….
Ahora me
cuesta encontrarla
en esta
ajena envoltura,
si pensara
mucho en ello
me robaría
la cordura.
Aunque, si
me fijo bien,
el fondo de
sus pupilas
aún me
devuelve los ecos
de un alma clara
y tranquila.