Pensamientos felices se agolpaban
dibujando en mi rostro la sonrisa.
La vida respiraba alborozada;
me llegaban los ecos de una risa.
Te miro y mi mirada es alegría,
te escucho y mis oídos se lamentan
de los días que oirte yo no puedo,
porque lejos de ti, los días no cuentan.
¿Cómo puede el cambiante corazón
ser agorero hoy, mañana incierto,
ayer feliz…?Obtusa sinrazón
que me lleva, sin duda, al desconcierto.
La mañana está clara y luminosa,
el viento silba alegre su canción,
centellean los colores en las rosas
y en mi cielo reverdece la ilusión.