2.6.25

ELIXIR

 


Contemplo la tristeza de la tarde

cuando camina lenta hacia su ocaso;

me abandonan las fuerza, soy cobarde,


al punto, la aflicción me sale al paso.

Ni me atrevo a lanzar una andanada

contra el destino, contra mi fracaso.


Ya desistí, de lucha estoy cansada

y ha llegado el momento de partir,

cuando caiga la noche, sosegada,

beberé de la muerte el elixir.




23.4.25

LLUEVE Y BAILO



 Llueve, bailo, me deslizo

miro a través del cristal,

el cielo llora, plomizo,

todo resulta irreal.


A mi amor me ha recordado

la tenue lluvia, al caer,

aquel amor anhelado

que vi desaparecer.


 Me alimento con la danza,

como un derviche girando,

en penumbra de esperanza

la tristeza vadeando.


Al son de una melodía

pretendo regenerar

la ineficaz energía

que me quiere estrangular.


Me he detenido un instante

y he trazado un corazón

con un dedo palpitante

y trémulo de emoción.


Es un corazón herido

que se expresa a su manera,

entre un ahogado gemido

y una queja lastimera


Cuando el cielo ya no llore

y yo deje de bailar,

puede que todo mejore,

si lo consigo olvidar.







Un solo poema pero dos versiones diferentes.






18.4.25

LA PROCESIÓN VA POR DENTRO



Aunque ponga buena cara

la procesión va por dentro,

y se me escapa un lamento.

Se terminó la algazara.


La vida se paga cara

y hay que caminar con tiento,

a caballo entre el tormento

y la angustia que no para.


Si esa procesión saliera

abandonando mi ser

para no volver jamás


quizás ser feliz pudiera

y, recobrando el placer,

dejar lo sufrido atrás.




7.4.25

SIN SUSTANCIA



 Esta vida sin sustancia

me deprime y me trastoca

y busco como una loca,

desde mi más tierna infancia,

algo que le de prestancia.

No lo hallo y me entristezco,

un alma en pena parezco,

mas no pierdo la esperanza

de que llegue la bonanza

y a la espera permanezco.


2.4.25

DESASOSIEGO








Me siento, me levanto, me desplazo.

Pongo la vista en todo sin ver nada,

soy una eterna desasosegada,

mientras dibuja mi pincel, de un trazo,

la línea descendente.


Me desplazo, me siento y me levanto.

Me irrita la quietud y estar parada

es una cruel tortura que no aguanto,

me quedo consternada.

Quizás por eso no cesa el trasiego

en mi mundo tedioso y anodino,

y todo el movimiento que despliego

me libera del llanto

que me sale al encuentro del camino

si me encuentra tranquila y reposada.


Si no hay nada que hacer, yo me decanto

por buscar pasatiempos  febrilmente,

que me distraigan, harta del presente,

y de charlar tan solo con mi sombra,

evocando la voz que no me nombra.






12.3.25

CON MANO TRÉMULA



Con una mano trémula de angustia

y el corazón viajando a la deriva

parsimoniosa escribo.

Pero mi verso tímido no avanza

porque declina el verbo trasnochado,

el que es vacío y fácil.

La palabra manida la rehúyo

y abjuro de los tópicos vulgares.

Cuando se trata de expresar mi pena

no encuentro los vocablos.

Es mi lenguaje torpe jerigonza

porque no sabe dar

la fuerza suficiente

a la voz del tormento que me azota.

La realidad que vive

un alma que se sume en la impotencia

y que derrocha amor en el vacío.



8.3.25

INSTANTÁNEAS



 Estampas del ayer, como instantáneas fotos,

surgiendo a su albedrío sin orden ni concierto;

nostalgias y recuerdos anclados en mi mente:


El patio alicatado con la fuente en el centro,

escaleras de mármol, señorial balaustrada,

pasillo de cristal inundado de sol.


Mi hermana, cariñosa, que me hace el caballito,

yo haciendo payasadas para verla reír.

De camino al colegio, cogidas de la mano,

compartiendo secretos, nuestro mundo interior.


La fila silenciosa, la monja adusta y seria:

-“Una mano detrás y un dedito en los labios”

El olor de la goma, la pluma estilográfica,

mis zapatos Gorila y mi corbata azul.


Los domingos al monte, a tomar aire puro

el columpio colgado entre dos gruesos pinos,

tortilla de patatas, bacalao con tomate;

vuelta a casa cansada, somnolienta y feliz.


Mi madre y sus costuras, su ganchillo, sus lanas.

Mi padre y sus inventos, su ingenio y su pericia.

Mi hermana y su sonrisa, su protección, sus mimos.


Qué lejos quedan hoy todas esas vivencias,

felicidad perdida que nunca volverá.


2.3.25

BALDÍA EXISTENCIA

 


Si de mí no queda nadie

que haya de tener memoria

cuando me vaya en silencio,

la vida que ha transcurrido

será como un sueño ignoto

para el resto de las gentes.

Algo que nadie recuerda,

es algo que no pasó.

Ni siquiera yo sabré

si fue real mi existencia.





28.2.25

LLUVIA PERTINAZ




 Llueve otro día más, y la esperanza

de ver lucir el sol es muy remota,

el cielo, empecinado, se encapota

haciendo con las nubes alianza.

Siento en mi corazón la destemplanza

de la humedad que, fiera, me atraviesa,

sin saber el porqué me siento presa

de una torva y oscura desazón;

la angustia me obnubila la razón

y temo que no salga de esta ilesa.


x-x-x-x-x-x

GRITO

 



Miro el papel en blanco y no decido


si quiero o no escribir, pues mi lamento


grita con tal vigor que el sordo ruido


no me deja aflorar el sentimiento


que vive oculto en mí, enfebrecido,


mordiendo más dañino que violento.


Me temo que si sale de estampida


volverá a desgarrar mi atroz herida.




27.2.25

POESÍA

 



Impregnada de amor, melancolía,

desafecto o tristeza,

nace la poesía.

Abigarrada en su naturaleza,

gozos y sombras labran su universo

tallado verso a verso

con dolor o alegría;

igual que un sacramento

que te hace comulgar con la belleza

y obtiene su pureza

de la palabra hecha sentimiento.



El agónico esfuerzo que deriva

de dar a luz el verbo

es casi una experiencia religiosa,

destreza que te atrae y te cautiva

de forma poderosa.

Déjala que te absorba y te posea,

déjala que te inunde y que te empape

como una lluvia fresca, que te atrape.

Conságrate sin miedo a la tarea:

derrámate en poemas cada día.

permitiendo que fluya la poesía.