miro el reloj, el tiempo pasa lento,
salir de ese letargo es lo que intento,
pero en mi corazón no hay alegría.
Por enésima vez muere otro día.
Recuerdo cuando andaba de su brazo…
El libro se desmaya en mi regazo,
y una flor palidece en el jarrón;
la lectura no llama mi atención,
el calor necesito de un abrazo.