PUÑALADA VERBAL (SONETO ISABELINO)


Te atravesé, brutal, con mi cuchillo
forjado en tus falacias y vilezas
bruñido con afrentas y bajezas
y no dudé al hacerlo, fue sencillo.

Afilé sin pudor mi lengua aguda,
preparé mi discurso con esmero,
sin piedad, mi alegato fue sincero
en tu cara escupí la verdad cruda.

Mudo por la sorpresa sucumbiste
batido fuiste por el arma incruenta
maté tu orgullo de forma violenta,
vulnerable al ataque, feneciste.

Me vacié de mis odios y rencores
e ingrávida, olvidé viejos temores.




3 comentarios:

  1. Este soneto, aparte de estar muy bien hecho, como todos los que haces, da miedo. No quisiera tenerte como enemiga. Espero seguir siendo comedido en mis respuestas, no sea que un día me toque a mí ese puñal verbal. Y yo no tengo escudo.

    Un saludo.

    (Bueno, al menos el final del comentario rima, ¿no?).

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  2. Tranquilo, ya lo dice el refrán, perro que ladra... no muerde.
    Gracias por la visita.

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  3. Que bien lo haces y que bien lo dices hija mía.
    La verdad es que las puñaladas verbales son las que más duelen, claro que las otras no las conozco, y supongo que dolerán más. A decir verdad la verbal tampoco la conozco, pero a mi me apetece muchas veces darlas, jajaja.
    Como siempre un primor tus letras.
    Besitos guapa.

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