CAMINANDO DESCALZA.


Caminando descalza por la arena
mientras el mar me lame y me acaricia,
quiero expresar en verso esta delicia
diciendo al mundo que me siento plena.

Contemplando las luces de la tarde,
los mares de los cielos son espejos;
gozo de los colores y reflejos
de esa bola de fuego que siempre arde.


El murmullo del agua me acompaña,
con su voz melodiosa y repetida
y el sol con su calor me reconforta.


Me veo envuelta en una paz extraña,
de armonía y de calma abastecida
y ajena a cualquier cosa, sigo absorta.

Es la vida tan corta
que debemos anclar estos momentos
y al disfrute que surja, estar atentos.