EXHORTACIONES AL 2014



La tristeza me embarga en este día
en que un año se marcha compungido;
sabe que no fue bueno, está afligido
y aquí me deja con melancolía.

Mañana nacerá otro nuevo año,
con sus penurias y sus sinsabores
y nuestro hatajo de gobernadores
seguirá, sin dudar, yendo a su apaño.

Cualquier tiempo pasado fue mejor
dicen con gran nostalgia los ancianos;
si eso fuera verdad, pobres humanos,
porque vamos camino del horror.
 
Dos mil catorce: trae la esperanza,
devuélvenos sonrisas e ilusiones,
que no se rompan nuestros corazones,
que el mundo recupere la confianza.

Yo te exhorto con ansia infatigable
pues quisiera vivir alegremente
disfrutando del mundo y de la gente.
Sé fértil, generoso y confortable.


 

SEMANA SANTA.




Ambiente perfumado de primavera nueva,
bullicio por las calles,  sensación de fervor.
Alegre algarabía paralela a los rezos
más que recogimiento, es la fiesta mayor.

Muchedumbre que grita con fe reverdecida
aunque el resto del año se olviden de esa fe.
El aire trae aromas de flores incipientes;
atronan los tambores, el invierno se fue.

Hombres que se doblegan bajo el peso de un trono
espaldas laceradas, creencias ancestrales,
espectáculo y fe, el rezo y la charanga,
extraña mezcolanza con festejos triviales.

Vuelven rivalidades que se encienden cada año
cofradías que disputan por su mejor hacer.
Todo en una semana de gozos y de sombras
cuando acabe, la calma volverá a renacer...