MEDITANDO

  He vuelto al rincón silente
de esta plaza recoleta,
por su olvidada glorieta
nunca transita la gente.

Allí, sentada en un banco
con la mirada perdida,
dejo que pase la vida...
mantengo la mente en blanco.

Meditando fluye el alma
hacia parajes divinos,
busca serenos caminos
que le devuelvan la calma.

Quiero soltar de mis manos
todo el lastre que me pesa
cualquier intención aviesa
y mis anhelos mundanos.

Sosegada y apacible
se desliza la mañana,
suena el agua en la fontana.
Yo permanezco impasible.

Mis pensamientos discurren
en la quietud absoluta
que mi voluntad disfruta.
Mientras, las horas transcurren...