SINRAZÓN.






Pensamientos felices se agolpaban
dibujando en mi rostro la sonrisa.
La vida respiraba alborozada;
me llegaban los ecos de una risa.

Te miro y mi mirada es alegría,
te escucho y mis oídos se lamentan
de los días que oirte yo no puedo,
porque lejos de ti, los días no cuentan.

¿Cómo puede el cambiante corazón
ser agorero hoy, mañana incierto,
ayer feliz…?Obtusa sinrazón
que me lleva, sin duda, al desconcierto.

La mañana está clara y luminosa,
el viento silba alegre su canción,
centellean los colores en las rosas
y en mi cielo reverdece la ilusión.



LUNA DE CACAO



En el cielo hay una luna
que posee algo especial,
pues tiene un don natural:
que es dulce como ninguna.

Tengo una debilidad,
el chocolate me encanta
y la moral me levanta…
lo digo porque es verdad.

Pues ved la suerte que tengo
porque de cacao es mi luna,
considero que es fortuna
y a agradecérselo vengo.

Nos regala sus poemas
tristes, pero melodiosos,
llenos de cielos hermosos
y con exquisitos temas.

Escucha, lunita bella:
¡Quisiera verte sonreir!
Y si la pudiera asir,
yo te daría una estrella.

                                                                                                (Dedicado a Valentina, con cariño)






A LOS TOROS...


A los toros me llevaron
en una feria abrileña;
quizás nunca imaginaron
el daño que me causaron
aún siendo yo tan pequeña.

¿Por qué al toro maltrataban?
Mi mente no comprendía...
Banderillas le clavaban
y mis lágrimas brotaban
al ver tamaña agonía.

Tanta sangre derramada
salpicando por la arena
me hacía sentir angustiada
llorando desconsolada
y medio muerta de pena.

Recuerdo que me tapaba
los ojitos con la mano,
pero nadie se fijaba,
todo el mundo ovacionaba
y mi suplicio era en vano.

Cuando abandoné el albero
dije, triste y resentida
a mi madre: ¡yo no quiero
y en toda mi vida espero
ver jamás otra corrida!